8/2/17

LAS CONTRACTURAS MUSCULARES Y EL TRATAMIENTO CON MASAJE Y REIKI


Una contractura muscular es una contracción continuada e involuntaria de un músculo o alguna de sus fibras que aparece cuando se hace un sobre esfuerzo. Se manifiesta como un abultamiento en la zona muscular (nudos) y eso implica un fuerte dolor y alteración en el movimiento normal del músculo.


Las contracturas pueden aparecer por un esfuerzo del músculo superior al que está capacitado, ya sea por repetición o por posturas mantenidas de modo estático e inadecuado  como suele ocurrir en posiciones que adoptamos en el cuello ante el ordenador.
Hoy en día la manera más común para que tengamos una contractura muscular suele ocasionarla el estrés, ya que esta emoción suele liberar sustancias químicas que nos tensan y contraen los músculos de forma involuntaria. La contractura de un músculo activa directamente los nervios del dolor que se encuentran en él, por eso se desencadena el dolor de espalda.
Uno de los tratamientos más efectivos para tratar las contracturas son los masajes descontracturantes, que siempre deben hacerse por personal calificado, si no la contractura podría empeorar.


Este tipo de masaje acelera y favorece la recuperación del tejido ya que aplicando  diferentes técnicas manuales se aumenta el flujo sanguíneo, se evita que se formen adherencias en el tejido muscular y se relaja el músculo, lo que reduce el dolor y la tensión.

Un consejo es no mantener la misma posición durante mucho tiempo, cambie de postura y haga estiramientos ligeros para relajar la zona, especialmente  en el cuello y trapecio, que son las partes más comunes que se contracturan.
A un nivel emocional también nos deberíamos preguntar que te está queriendo decir tu cuerpo cuando sientes ese tipo de tensión muscular, quizá deberías bajar un poco el ritmo frenético de trabajo, tomarte un descanso, disfrutar un poco de la vida y de esas pequeñas cosas que son las importantes, en definitiva, pensar más en ti…

Una sesión de masaje descontracturante de espalda suele durar unos 50 minutos aprox.

 Añadiendo una sesión corta de Reiki no solo relajas la tensión muscular de tu cuerpo, sino que también alcanzas una calma profunda, emocional, mental y espiritual. Se reequilibra tu sistema energético y se pone en marcha el mecanismo de auto sanación de tu propio cuerpo. 






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